.

.

sábado, 2 de julio de 2011

No seré yo quien te despierte cada mañana...

Se llama bajón. Bajón emocional. Eso que se siente cuando estás mal por algo/alguien.
Llamadme masoca, si, masoca. Esas personas que se hacen daño ellas mismas. Querer y no poder. Verlo día a día y no poder, no, llamarlo, gritar su nombre... te quedas con las ganas. Tirarte a sus brazos y darle un abrazo, contarle todo lo que ha sucedido y que él no sabe. Claro que quiero, pero no puedo, no, miedo al rechazo, que me hayas olvidado, que hayas dicho y pensado todo eso... es penoso. Hay que afrontar las cosas y de errores se aprende. Que cuanto más daño me hagas, más fuerte seré.
Todo, es que absolutamente todo pasó tan rápido, cuando era tan inocente, no sabía lo que hacía, tan pequeña... No me arrepiento de nada de lo que hice, es imposible arrepentirse, nadie, absolutamente nadie lo hubiese hecho mejor.
Y que pasen los días y cada vez me vaya enterando de más cosas, cosas que hieren, claro que si, cómo no van a herir. No sé si de verdad pensabas eso de mi. Es penoso tener que enterarme de eso. Nunca podré olvidarte, claro que no, formas parte de mi vida y nada ni nadie podrá borrarte. Eres solo un recuerdo...
Pero no un recuerdo inerte, no. Siento rabia, odio, rencor cuando te veo. Me muero por oírte gritar mi nombre, saber que te preocupas por mi. A veces he llegado a pensar que si me ves no me reconozcas, que creas que no existo. Que pase por delante tuya y quizás me dirijas una mirada con desprecio, sabiendo lo que eres para mi. Pienso que lo haces sin maldad, que eres así.
Te echo tantísimo de menos que jamás podrás imaginártelo. No es fácil sobrevivir a base de sueños.
Dicen que soy borde, pero esa no es la realidad. La realidad es que me gusta protegerme con otro carácter para que jamás puedan llegar a hacerme el daño que me estás haciendo tú, es un dolor incalculable, irracional, infinito... Si, como el número pi, algún día me lo tatuaré para no olvidarte jamás, para que me recuerde a ti.
Solo pido que pienses, que te des cuenta de lo que llevas haciendo tantos años. Y en el caso de que te arrepientas que tengas el valor de hablarme, pero solo si realmente lo sientes. Tengo miedo de que pase algo, lo cual pueda llegar a separarnos para siempre. No podría vivir sabiendo que ya jamás podría volver a escuchar tu voz, sentir tus abrazos. De verdad, es penoso vivir así... Cuando veo situaciones en las cuales esas personas se llevan bien, se quieren, lógico, siento envidia, envidia sana. No quiero a otro, te quiero a ti, nadie te va a poder reemplazar jamás y eso ella lo sabe... ella es la que mejor me conoce, cuando antes lo eras tú.
Ojalá algún día te des cuenta de todo lo que has llegado a perder. Pero no creo sinceramente que te haga falta. Siento pena...

No hay comentarios:

Publicar un comentario