.

.

sábado, 28 de mayo de 2011

Faltan valores y sobran principios fingidos.

Debemos de sentirnos orgullosos con nosotros mismos en cada momento de nuestra vida, porque sino nos queremos nosotros, ¿quién nos va a querer?. Hay que aprender a valorarse y a hacer las cosas bien, con cabeza y no de una manera sucia, que no sea digna. En mi opinión, cuando se hace una cosa bien hecha y no se consigue nada, puedes estar satisfecho de eso, hay que tener la frente bien alta. Pero en cambio, cuando hacemos otra cosa de una manera sucia, grotesca, en ese caso, es imposible sentir orgullo por uno mismo, porque aunque lo hayas conseguido, nunca será de una manera digna y solo tendrá valor en cuanto a las posesiones.

Debemos de tener un poco de ética ya que para ello nos hacemos llamar "personas". Personas, esa palabra que contiene el real diccionario de la real academia española, esa palabra tan grande pero a la vez tan pequeña que nos describe a todos. No me siento orgullosa de llamarme persona, ya que algunos que se hacen llamar así ejercen crueldad, violencia, injusticia, racismo, machismo, feminismo. Se supone que todas las personas poseemos una moral y una ética, aunque hay algunos que carecen de dichas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario