Aún después de tantos desprecios y fallos, me siento tan orgullosa de ti que no te lo creerías.
Gracias por todos y cada uno de los momentos que me has dado.
Gracias por todo el apoyo, todos los abrazos, los besos, las veces que te has comido algo solo porque yo lo haya hecho, aún sabiendo que no tenías ganas; gracias por hacerme saber lo que es de verdad querer a alguien.
Contigo he aprendido que estar con alguien no significa retenerlo solo para ti.
Aunque tengas tantas dudas sobre mi, sé que nadie va a saber valorarte como lo he hecho yo.
¿Sabes lo que más me gustaba de ti? Que hasta en los peores momentos, aparecías con esa sonrisa...
Aunque sea sin mi, me encanta verte feliz, porque sé que después de todo te lo mereces.
Sé que tu ya te has olvidado de mi y es entendible, no he sido ni una milésima parte de lo que tú has sido para mi. Pasarán los días, las semanas, los meses y me seguiré acordando de ti, y volveré a leer todo lo que me escribías, y sonreiré como si lo hubieras escrito en ese momento.
Aunque pase el tiempo y nos sigamos alejando como dos desconocidos, yo siempre voy a estar para lo que necesites.
Por suerte para mi, ya no estoy enamorada, es imposible que lo esté, pero me duele tanto haber acabado así después de haber pasado tanto, que es como si me hubieran arrancado un trozo de mi vida.
Si algo puedo tener claro a día de hoy, es que algún día te arrepentirás y será demasiado tarde, porque incluso ya es tarde.
A día de hoy no me echarás de menos, pero estoy convencida que dentro de un tiempo, después de haber conocido a otras e ilusionarte por ellas, te darás cuenta de que ninguna se va a preocupar como yo lo he hecho por ti.
Ninguna se va a molestar en querer saber lo que piensas, por todo tu pasado, por hacerte sentir y recordarte día tras día que mereces la pena, por saber cómo te sientes, por invitarte a un helado aunque sea. Porque NADIE se va a enamorar de tu sonrisa como lo hice yo. Y me dolerá saber que te volverán a hacer daño, porque si algo no me gustaba era verte triste, y eso tú lo sabes muy bien; prefería mil veces tener que llorar yo a verte derramar siquiera una lágrima.
Me has fallado tanto que sé que lo mejor para mi es estar sin ti, pero nunca entenderé por qué te he llegado a querer tanto, porque lo mío no ha sido comodidad o interés, lo mío si ha sido amor.
Llegará un día en el que te des cuenta de que yo para ti no he sido otra, estoy segura. Echarás de menos todo lo que has pasado conmigo: los crêpes que te he hecho, abrazarte todo lo fuerte que yo podía y aún así no hacerte ni una pizca de daño, cansarte porque ya nadie se preocupe en mandarte fotos de ropa de hombre para ver lo que querías, aunque tú siempre decías que nada. Todas las veces que me llamabas cari, porque tú nunca me has llamado Alicia, cuando suene cualquier canción de Melendi, no te va a quedar otra que acordarte de mi, y lo sabes.
Nunca voy a olvidar aquellas noches en Granada que dormía con tu camiseta llena de perfume debajo de mi almohada. Porque te he echado de menos cada segundo que ha pasado y he tenido que ver que has pasado de mi como si no me conocieras.
Y cuando estés a punto de olvidarme, alguien pasará a tu lado con mi perfume, y a partir de ahí ya nada volverá a ser lo mismo para ti. A partir de ese día no volverás a ser feliz, y no te quedará otra que conformarte y pasar toda tu vida con alguien que no te haga feliz, mientras tengas que ver que yo soy todo lo feliz que no he sido contigo, pero lo seré con otra persona. Y tendrás que soportar hasta el último día de tu vida lo que tú pensabas que era la mejor opción para ti, pero no lo era, era la peor para ti mientras que la mejor para mi.
Así que aunque ahora mismo me duela no tenerte, GRACIAS por haber tomado tú por mi esa decisión.
Me alegro tanto de haberte conocido que nunca te lo voy a poder agradecer, pero esto se acaba aquí, para siempre.
Por último, solo espero que alguien te haga reír como lo he hecho yo.
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